¡HOLA...¡BIENVENIDOS!!

Dios les bendiga, somos una Union de Jóvenes que amamos a Jesucristo,pues es nuestro Señor y Salvador. Pertenecemos a la Iglesia Cristiana Bautista Sinai; de San Blas Nayarit, Mexico. Si necesitas que te ayudemos a orar o si quieres que te compartamos de la Palabra de Dios para tu vida y salvacion espero tus mensajes a mi correo:aidil_almanza@hotmail.com o deja tus comentarios y tu mail.. Dios te bendiga y te guarde! Romanos 5:8

sábado, 27 de noviembre de 2010

Devocional: Combustible del corazón



Romanos 5:5. Y esta esperanza no nos defrauda, porque Dios ha derramado su amor en nuestro corazón por el Espíritu Santo que nos ha dado.

En 1907 el explorador Ernest Henry Shackleton, organizó una increíble expedición al polo Sur. Había viajado por el mundo desde que tenía 16 años, cuando era un aprendiz de una flota británica de mercado marítimo. Shackleton sabía que el viaje iba a ser demoledor, pero no esperó que las condiciones del tiempo fueran tan malas. Estando con sus compañeros de aventura en el medio del viaje, las tormentas empezaron a destruir todo lo que tenían. Las temperaturas bajo cero hacían al viento letal. La visibilidad era imposible, sus cuerpos ya estaban extenuados y cada paso demandaba un esfuerzo sobre humano. En medio de esta situación, la comida también se terminaba. Con noventa y siete millas náuticas para llegar al polo Sur, tuvieron que abandonar las esperanzas y emprender el regreso, lo cual obviamente empeoró el ánimo de todos.

Mientras hacían su intento desesperado de volver a la base se dieron cuenta que debían acelerar el ritmo de marcha o iban a sucumbir. Decidieron que deberían dejar varias cosas en el camino para hacer su carga más ligera. En medio de esta situación tan extrema Shackleton pudo prestar mucha atención a lo que sus compañeros decidieron dejar en el camino y en el proceso aprendió mucho de ellos. Lo primero que varios dejaron fue dinero en moneda. Lo siguiente, aunque verdaderamente escaseaba, fue comida. Luego prendas y elementos técnicos que cargaban encima. Al regresar al campamento, Shackleton luego de contar lo sucedido, le preguntó al resto: ¿Qué creen que todos guardaron hasta lo último con mucho cuidado? La respuesta calentó el frío ambiente de la base: «Fotos y cartas de los amados fue el combustible que los mantuvo en movimiento por la esperanza de volverlos a ver.» El amor siempre nos llena de nuevas esperanzas.

Punto de reflexión
¿Cuál es el combustible de tu corazón?

Dile al Señor Jesus:
Querido Rey, hoy quiero dejar que me llenes de tu amor. Quiero sentirlo y disfrutarlo. Gracias porque contigo siempre hay nuevas esperanzas

viernes, 19 de noviembre de 2010

El pecado es como el queso.avi

El pecado es como el queso, cuando creemos que ya no hay peligro es cuando vemos las consecuencias...
Cuidao chicos y chicas!! No caigamos en la trampa del enemigo...cuida tu vida espiritual y fisica.
Dios les bendice!!!

viernes, 5 de noviembre de 2010

DEVOCIONAL PARA TI.."Através de las aguas"


A través de las aguas

Cuando cruces las aguas, yo estaré contigo; cuando cruces los ríos, no te cubrirán sus aguas… Isaías 43:2a

Cuando llegan las lluvias, los riachuelos se convierten en arroyos, los arroyos se transforman en ríos, y los ríos se desbordan e inundan casas, granjas, pueblos y ciudades.

Cuando algo así sucede, las personas afectadas no pueden hacer otra cosa que observar cómo las aguas dañan, y en algunos casos para siempre, sus posesiones, sus futuros, y sus vidas.

Pero las aguas son sólo un ejemplo. Son muchas las dificultades que pueden surgir y que hacen que nos sintamos desamparados e impotentes frente a las adversidades de la vida.

Quizás en estos momentos usted esté pasando por alguna de ellas, y esté pensando: “¿Por qué? ¿Qué he hecho para merecer esto? Parece que a Dios no le importo mucho.”

La respuesta a esas preguntas se encuentra en el libro de Isaías, donde el Señor dice: “Cuando cruces las aguas, yo estaré contigo; cuando cruces los ríos, no te cubrirán sus aguas…”.

El Señor no dice que las aguas no vendrán, pero sí promete que ellas no van a tener la última palabra en nuestra vida. Dios no dice que los ríos no se van a desbordar, pero sí asegura a sus hijos que ni aún los torrentes podrán cubrir a quienes confían en su amor.

La misma misericordia que Dios nos mostró en el pesebre de Belén, en la cruz del Calvario, y en la tumba vacía de Jesús, sigue estando con nosotros cada día de nuestra vida.

Es cierto que a veces es no es fácil verla, especialmente cuando pasamos por momentos difíciles, pero Dios promete estar con nosotros en todo momento, y él siempre cumple sus promesas.

ORACIÓN: Querido Señor Jesús, gracias por estar conmigo cuando me siento solo y desamparado. Gracias por ayudarme a ver lo que realmente valgo. Gracias por mostrarme que nada de lo que me sucede en esta vida es más grande que tú. En tu nombre. Amén.